Cairo
El perro Happy
Cairo llegó a nuestra familia a través de Galgos 112. Era muy joven, como mucho tendría el año.
No tardó en que le apodáramos el perro Happy, se notaba que tal vez por su juventud, todavía no había sufrido con el humano, lo que la mayoría de los galgos y podencos adoptados padecen antes de ser abandonados y rescatados.
Poco a poco fue ganando confianza, y no tardó mucho en convertirse en el segundo líder de la manada.
Un auténtico torbellino, que revolucionaba todo a su paso. En las excursiones era evidente que no había cazado, pues pisaba las piedras como si éstas quemaran, jajaja…
Pero poco a poco aprendió, creció y se convirtió en el espectacular Galgo que es ahora.
Su belleza, entrega y alegría es tal, que no tardó en pasar de acogido a ser adoptado definitivamente por mi hermana.
No hay persona que no doblegue a sus encantos y mimos. Verlo jugar y correr es verlo volar. Imposible no quedarse pasmado admirándole.
Ayss!!, quién tuviera ese culete con ese poderío.